lunes, 23 de enero de 2012

VI

Rojo pausado de tu boca.


Mi aliento enfermizo
quiere ir más veloz
que cualquier ráfaga de sueño

cuando toque la noche.




Tu timidez de árbol
no se desnuda...
aún tiene ramas
de esas que no absorben

el color otoñal.


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El ve la luz Y yo le oigo. Me es como si viniera hacia nosotros con los pasos del un dos tres cua, un dos tres... No se si es imaginar...