Deja, están despertando los sueños,
deja, no quieras saber quien es hombre,
oye como susurra a los bajos,
todos los países llevan su nombre.
¡despierte!, sea fácil convertirlos,
la hogera tiembla, y de ser alegre
pide dulces... y tu voz caramelos...
tambien pregunta: que hay en el cofre.
de cartas señoriales a un principe,
de todos sus flajelos a lo alto,
yo no creí de el ni un apice.
que por el si castigarse tanto,
en luna alta su falsa cómplice,
fue con risa fingida su cuento.
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